La defensa de la Iglesia, se hace con Humildad y Respeto
Nuestro primer y definitivo acto de humildad, ha de ser el de reconocernos como ignorantes y ponernos bajo la guía del Espíritu Santo.
Cualquiera al leer el título de este artículo, podrá inmediatamente increpar y preguntar, ¿como es posible que me quieran decir que la iglesia se defiende con Humildad?. Diría que con valentía, claro que sí , pero ¿ humildad?...
Pues bien. Para Ahondar en este tema, empezare por indicar que la actividad de la defensa de la Iglesia, corresponde entre otras, a una rama de la Teología que se llama Apologética, la cual en adelante, usaremos para algunos de los artículos en los cuales hablaremos para defender nuestra Fe.
En términos de Diccionario, la palabra Apologética, tiene el siguiente significado: Parte de la teología que pretende defender racional e históricamente los dogmas de la fe cristiana.1 Es decir que la Apologética en pocas palabras, consiste en la defensa de la iglesia a partir de la Verdad, pues acude al ámbito racional ligado al ámbito Histórico.
Después de lo anteriormente expuesto, debo entonces contar, por que llegue a esta reflexión. Las redes sociales, son hoy por hoy, la fuente de información de muchísimas personas en el mundo, casi que se esta hoy en día mas informado a través de las redes sociales que a través de los noticieros.
Estando yo inmerso en ese medio, como lo esta cualquiera de ustedes, sigo algunos de los temas que son a mi parecer, los mas importantes y enriquecedores, como lo son temas acerca de actualidad nacional, critica política, hobies, la Iglesia Católica y por supuesto La Apologética, pues en ellos busco aprender cada día mas acerca de nuestra Fe. Sin embargo a pesar de que ahora escriba sobre temas de Fe, debo reconocer que no me las sé todas y constantemente estoy en un proceso de crecimiento en cuanto al conocimiento de las cosas cotidianas y de los dogmas de nuestra fe.
En esos grupos de apologética he encontrado cosas buenas y enriquecedoras, y que me ayudan a conocer día a día mejor la Iglesia, pero tristemente, encuentro algo sumamente desagradable y que considero contrario a la labor apologética. Me refiero a la arrogancia y orgullo de algunos de los miembros de estos grupos, que se jactan de ser especialmente ilustrados en cuanto a la Fé y tratan a los demás como personas indignas o excesivamente ignorantes, especialmente cuando logran percibir que se trata de una persona de otro Credo distinto al nuestro.
Hemos de ser conscientes que en el mundo hay de todo tipo de personas, hay buenos, hay malos, hay personas piadosas, hay ateos, hay protestantes, hay musulmanes y por supuesto hay católicos. Y si en el mundo es así, pues en las redes sociales no podía ser diferente, aún cuando para el ingreso a estos grupos que se conciben inicialmente como cerrados para acceso únicamente a católicos, es normal que se cuelen otras ovejitas.
Pero debemos tomar como importante el hecho de que estás ovejitas se cuelen en nuestros grupos católicos, pues son un derroche de gracias abundantes para todos y cada uno de nosotros, ya que representan almas a las que podemos acercar a la verdad plena de la Santa Iglesia y a la misericordia de Dios, pero todo depende de cómo lo manejemos, pues si los primeros apóstoles se hubieran ido por el mundo a predicar el evangelio con arrogancia y orgullo creyéndose los únicos salvos, sabios y poseedores de la verdad absoluta, hoy no tendríamos iglesia, seríamos simplemente una corriente religiosa efímera que alguna vez tránsito por el mundo o una historia más de National Geographic.
La apologética en si, constituye no solo un medio de defensa de la verdad y de la iglesia, sino que también corresponde a un medio de evangelización, pues es con el evangelio principalmente con el que nos atacan y con el que debemos defender nuestra Fé.
Pero mas alla del conocimiento y uso que demos al evangelio para nuestra defensa de la Fé, como seres humanos, nuestro primer y definitivo acto de humildad, ha de ser el de reconocernos como ignorantes y ponernos bajo la guía del Espíritu Santo, sin importar cuanto sepamos o conozcamos del evangelio, pues si nos consideramos muy versados en estos temas del evangelio, nos creeremos los dueños absolutos de la verdad; entonces la arrogancia y el orgullo inflamaran nuestro corazón y seremos más como el diablo en vez de ser un evangelizador. Recuerda que el dueño absoluto de la verdad es Dios y a nosotros se nos es revelado lo que en nuestra pura esencia no es posible comprender.
Por ello, Dios siendo consciente de nuestra condición humana, nos regala en distintos pasajes de la escritura, tanto del antiguo como del nuevo testamento, ese continuo llamado a la humildad a la hora de evangelizar y en general en nuestra vida.
En primer lugar, encontramos que nuestro señor Jesucristo, nos hablo de la necesidad de la humildad, en todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida, plasmado de la siguiente manera en el evangelio de San Mateo:
12 porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido
Mateo 23, 12
Y esa cita bíblica aplica de manera perfecta para la evangelización y la apologética, pues si no nos reconocemos humildes y necesitados ante Dios, cimentaremos nuestros argumentos solamente en la arrogancia de nuestra absoluta seguridad en nuestros conocimientos y podremos ser una total vergüenza a la hora de defender nuestra iglesia, o peor aun, terminar confundidos en nuestra Fe y alejados de la santa Iglesia.
Ahora continúo con las diferentes cartas que realizaron los primeros apóstoles, las cuales están mucho mas encaminadas a la labor evangelizadora, comenzando por la primera carta de San Pedro, que la Divina Providencia me ha iluminado maravillosamente en la segunda lectura de la Santa Eucaristía del Domingo 17 de Mayo.
15 por el contrario, glorifiquen en sus corazones a Cristo, el Señor. Estén siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen. 16 Pero háganlo con suavidad y respeto, y con tranquilidad de conciencia. Así se avergonzarán de sus calumnias todos aquellos que los difaman, porque ustedes se comportan como servidores de Cristo. 17 Es preferible sufrir haciendo el bien, si esta es la voluntad de Dios, que haciendo el mal.
Primera de San Pedro 3, 15-17
La lectura es muy clara, San Pedro nos dice, !Claro que si, defiéndanse! , pero al mismo tiempo nos indica que lo debemos hacer con suavidad y respeto. En primer lugar porque si no somos capaces de defender nuestros argumentos con serenidad, con respeto y sin humillar al otro, seremos simplemente alguien de poco fiar y cualquiera podría considerar que estamos defendiendo una mentira o no sabemos de lo que estamos hablando. Por otra parte, al estar hablando y formando acerca de la Iglesia, debemos entender que estamos extendiendo un mensaje de amor y debemos ser fieles exponentes de ese amor, claro está sin caer en flaquezas, pues siempre deberemos ser firmes en lo que defendemos. Por otra parte, implica también el hecho de que al decirnos de suavidad y respeto, no nos están diciendo que si nos replican, debamos acudir al silencio, sino que siempre que tengamos la iluminación y sabiduría provista por el Espíritu Santo, respondamos con firmeza pero con la serenidad que implica saber que estamos hablando con la verdad.
Ahora encontramos un pasaje bíblico, en el cual, pareciera que se nos hablara de nuestros hermanos separados, como si ya existiesen desde hace 2000 años:
15 Es cierto que algunos predican a Cristo por envidia y rivalidad; mas hay también otros que lo hacen con buena intención; 16 éstos, por amor, conscientes de que yo estoy puesto para defender el Evangelio; 17 aquéllos, por rivalidad, no con puras intenciones, creyendo que aumentan la tribulación de mis cadenas.
Filipenses 1 , 15-17
Es suficiente está lectura, para entender las motivaciones que tuvieron en su momento Lutero y otros precursores del protestantismo, para crear su propia división y comenzar a hablar de Cristo a su manera. Envidia y Rivalidad. Por ello debemos entender que muchos de nuestros hermanos separados, de alguna manera son víctimas de aquellos que en su momento se llenaron de envidia y comenzaron a pregonar otro modo de ver y concebir el amor y seguimiento a Cristo, pues para ellos, tampoco estaba bien que solo la Iglesia Católica se tuviera como la única acreedora y difusora de esa verdad de Cristo. Se dejaron llevar por la envidia que sentían, comenzaron a hablar de Cristo y a crear otras congregaciones aparte, creyendo que le hacían un mal a la Iglesia, cuando realmente lo que estaban haciendo era alejar muchas almas de la Iglesia de Cristo y en muchos casos de la salvación, pues ante la confusión muchos terminan incluso por no creer en Dios.
Finalmente tenemos la carta a Timoteo, una lectura de una riqueza impresionante, en cuanto nos pide evitar las discusiones necias y sin sentido:
23 Evita las discusiones necias y estúpidas; tú sabes bien que engendran altercados. 24 Y a un siervo del Señor no le conviene altercar, sino ser amable, con todos, pronto a enseñar, sufrido, 25 y que corrija con mansedumbre a los adversarios, por si Dios les otorga la conversión que les haga conocer plenamente la verdad,26 y volver al buen sentido, librándose de los lazos del diablo que los tiene cautivos, rendidos a su voluntad.
Segunda Timoteo 2, 23-26
Por ello decía anteriormente, que el hecho de que se cuelen algunos protestantes y ateos, en nuestros grupos católicos o de apologética, al igual que como sucede en nuestra vida cotidiana, es un derroche de gracias inmensas por parte de nuestro señor para con nosotros, dado que esta poniendo a nuestro alcance la posibilidad de salvar almas, trayendolas de nuevo al rebaño del Buen Pastor Jesucristo, a nuestra iglesia. Pero si actuamos con arrogancia, no lo lograremos.
La apologética no es para defender mi manera de pensar y hacer sentir ignorante y desgraciado al otro, es para defender la verdad y con esta verdad Iluminar las consciencias y los corazones de aquellos que andan perdidos, pero se necesita respeto y humildad al dirigirse al otro para que si pueda sopesar la idea de vincularse a la iglesia y valentía también para defender los dogmas de nuestra fe como verdaderos, así para otros puedan ser extremadamente ridículos e irrealizables. La base de todo está en que Dios es todo poderoso y puede hacer lo que quiera. Si no fuese así, no sería Dios.
Finalmente se espera entonces que seamos capaces de refutar las erróneas tesis de nuestros hermanos separados, a la luz del evangelio y bajo la guía del espíritu Santo, limitando nuestro actuar a la propagación de la verdad y sin extendernos en aquello que es innecesario (como la burla y el insulto). Solo la verdad pura es importante.
Tambien está claro, que no podemos esperar el mismo nivel de respeto por parte de los otros, pues en muchos casos seran ellos quienes nos insulten y burlen, y en eso se refleja que en la lectura nos indiquen que debemos ser "Sufridos", pues aunque nos insulten, estamos llamados a dar testimonio de nuestra iglesia y la sabiduria que nos provee el espiritu santo, respondiendo con firmeza y educación, y ofreceremos estas humillaciones a Dios por la redencion de nuestros pecados.
Dios los bendiga.
1) www.google.com.co - Diccionario